El volumen de la biblioteca y sala de profesores “flota como un gran cruz” que expresa el carácter religioso del proyecto.
Igualmente, la entrada a la Iglesia se realiza con una suave bajada y una pérgola que dota de una escala “antimonumental” al edificio. Esta escala se reduce aún más descomponiendo el volumen de la cubierta en diferentes planos.
La fachada Oeste, a la que vierten toda las aulas se proyecta con unos voladizos de hormigón sobre los que correrán unos brise-soleil de lamas
El Colegio, interiormente, se organiza alrededor de un gran vacío iluminado cenitalmente, que tiene capacidad para la celebración de actos culturales y de patio en épocas invernales.
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